Si bien es la tinta monastrell la variedad seña de identidad de la DO Jumilla, presente en el 80% del viñedo, el resto de las plantaciones se reparte entre variedades francesas y otras tantas nacionales. La riqueza varietal en este territorio es incuestionable: syrah, merlot, cabernet sauvignon, la petit verdot, garnacha… a las que se suman las blancas sauvignon blanc, chardonnay, airén, macabeo, malvasía, moscatel de grano menudo o verdejo. Un collage varietal que, si bien no es lo más representativo en cantidad, añade interés en una zona mediterránea que rezuma identidad propia. Fruto de tan variopinta materia prima es la diversidad de vinos que se vienen elaborando, tanto monovarietales como desde la combinación de variedades. Con un creciente posicionamiento de la zona en lo que al mercado se refiere, las bodegas de esta denominación (repartidas entre la provincia de Albacete y la región murciana) no paran de crecer, tanto en número como en vinos que se van sumando al repertorio. Y he aquí siete de sus más recientes estrenos.
Omblancas Petit Verdot 2024
Precio: 11,95 euros
Para empezar un blanco elaborado con uvas tintas, o sea un blanc de noirs, de Bodegas Bleda, una de las firmas centenarias de la denominación situada en el pueblo murciano de Jumilla. Es el primer vino de este tipo que sale al amparo de la DO pues es una categoría recién incorporada a su pliego de condiciones. En este caso lo han hecho con viñas ecológicas de petit verdot localizadas en la falta de la Sierra del Carche, espacio de referencia en el municipio. Muestra aromas de fruta blanca, flores, montebajo y ligero fondo cítrico (naranja). Tiene una boca con cierta untuosidad, fresca y de paso amable.

Guarafía 2023
Precio: 24,50 euros
Este tinto es una de las últimas creaciones de las también jumillanas Bodegas Carchelo una casa que no para de sacar novedades al mercado. En esta ocasión se trata de un vino de garnacha tinta de viñas plantadas en el noroeste de la Sierra del Carche, de nuevo en suelos franco arenosos con calizas. Luego, ha fermentado en barricas francesas abiertas y ha tenido una posterior crianza de medio año en un fudre cúbico con paredes de granito. Una muy particular elaboración de la que resulta este rico y balsámico tinto. Fino, delicado, con notas de montebajo, hierbas aromáticas, frutas silvestres y recuerdos de especias dulces (vainilla). Fluido y con fresca persistencia mineral.

The Quiet Life 2022
Precio: 10 euros
Bodegas Pío del Ramo está situada en Ontur (Albacete), fue fundada en 2007 por Pío del Ramo Núñez y en la actualidad está gestionada por la segunda generación. De esta casa es de donde procede este primer monovarietal de monastrell de viñas viejas, un tinto ecológico criado durante un año en hormigón, con una fermentación previa en depósitos de acero inoxidable. Un vino aromático, con notas de frutillos del bosque, monte bajo y toques especiados. Sabroso en la boca, donde hay madurez pero sin que falte una viva frescura. Una referencia con buena relación calidad-precio que forma parte de la nueva gama de vinos que está elaborando Pío del Ramo, con producciones limitadas de unas 2.000 botellas.

Silvano García crianza 2021
Precio: 16,90 euros
Otro tinto de monastrell, de la casa homónima, Silvano García, y procedente de viñedos de pie franco con medio siglo de edad. Unas cepas que se localizan en una parcela a 650 metros de altura con suelos franco arenosos y abundancia de piedra caliza. El vino ha tenido una crianza de un año en barricas francesas usadas, y muestra aromas balsámicos, de frutos negros maduros, especias y un fondo tostado (grano de café). Un tinto carnoso, amable, que en boca mantiene la frescura balsámica, con un tanino pulido y un paso de fina persistencia. La bodega es otra de las históricas del pueblo jumillano, una familia que cultivó la vid desde mucho antes de la creación de la denominación de origen, y casa que la actualidad está dirigida por miembros de la tercera generación.

Paraje Casa La Peña Tinto 2023
Precio: 16,95 euros
Finca Monastasia es de las más recientes firmas llegadas a Jumilla, un grupo con vinos en otras zonas del país. Pero en el caso de las elaboraciones jumillanas cuentan con la autoría del afamado enólogo Pepe Mendoza, a quien se deben sus últimas creaciones. Como este tinto de parcelas, una combinación de monastrell y syrah, dos variedades elaboradas por separado procedentes de viñas en suelos calcáreos a 700-800 metros de altitud. Un 30% de la uva empleada se mete entera (raspón incluido) y el vino ha tenido una crianza en barricas francesas. En nariz presenta notas de fruta roja en confitura, aromas herbáceos, de monte bajo, junto a ligeros recuerdos ahumados. Con volumen, cierta frescura y destacada sensación goloso en la boca.

Síntesis 2022
Precio: 31,50 euros
Aquí hablamos de palabras mayores. De otra bodega referente y vecina de Jumilla, Viña Elena (proyecto de la enóloga y bodeguera Elena Pacheco), y otro coupage de monastrell y syrah de sus propios viñedos, éste con 20 meses de crianza en roble francés. Dicen sus artífices que éste es un vino “que rinde homenaje al paso del tiempo, a la sabiduría de la naturaleza y a nuestra evolución como bodega”. Materia prima seleccionada y un largo reposo en barrica concluyen en esta elaboración profunda, con intensidad aromática y estructura en la boca. Hay notas de fruta madura, balsámicos, tostados y de especias dulces. Equilibrado, persistente y con fina frescura herbal en el paso. Persistente.

Juan Gil Etiqueta Azul Cuvée A 2022
Precio: 35 euros
En la misma liga de precio juega este último tinto, en su caso llegado de las famosas Bodegas Juan Gil, casa madre y origen jumillano del poderoso y prestigiado grupo vinícola que es a día de hoy Viñas Familia Gil (con bodegas en muy diversos territorios), dentro y fuera de nuestras fronteras. Volvemos a la monastrell, para este vino de viñedos orgánicos con una media de edad que supera los 60 años en suelos pobres, calizos y pedregosos. Tras la fermentación alcohólica, la mitad del vino envejece en barricas de roble francés de 500-600 litros, y la otra mitad en ánforas de terracota donde permanece unos 18 meses antes de ser embotellado. El resultado, un monastrell rico con aromas de frutillos rojos, fruta madura, notas especiadas, grano de café y chocolate. Boca sabrosa, amable, aparecen recuerdos de su contacto con la madera y tiene un paso fluido y largo.

LOS VINOS REFERIDOS NO RESPONDEN A INTERÉS COMERCIAL ALGUNO SINO EXCLUSIVAMENTE A UN CRITERIO PROFESIONAL Y DE CALIDAD